Un trayecto para la transformación de la Conciencia
Ayahuasca una realidad en tiempo y espacio
Por Tania Duran Tuttle
10/10/2010.
Con la perspectiva de penetrar los niveles más profundos del ser y con la finalidad de curar, transformar y aprender las culturas Andinas y Amazónicas han desarrollado por cientos de años, un saber ancestral con la práctica del uso de plantas medicinales, como aliadas para la sanación del ser. Estas plantas curadoras, han sido utilizadas por cientos de años por estas culturas. Y lo han hecho, con el objetico de permitir a cada hombre y mujer explorar en la conciencia.
Por medio del viaje multidimensional con las plantas sagradas podemos observar los aspectos de nuestras existencias que ha sido perdidos en la cotidianidad. Lo que Jung and Freud dirían: una exploración en nuestro consiente, inconsciente y subconsciente.
Ha sido sin duda, un espacio para la exploración, observación, curación y transformación, dando vida a una práctica ancestral en la cual los sabios curanderos y chamanes la han convertido en una medicina para el alma.
Un viaje sagrado hacia nuestro ser, hoy en día, nos da la oportunidad para trascender como nunca antes, de una realidad Tri-dimensional hacia realidades multidimensionales poco exploradas y a paradigmas apreciados antes solo por los iluminados.
Realidades donde el concepto de tiempo y espacio tiene un sentido circular, (un Ato) *, y donde la propuesta lineal de Newton de tiempo y espacio*, no concuerda con la realidad o paradigma andino, amazónico, ni con la propuesta de la Física Cuántica. *
El caso del paradigma de la Cosmovisión Andina y Amazónica de tiempo y espacio, el concepto circular de Ato, se presenta como una realidad sin tiempo ni espacio. Es más bien comprendido como un concepto circular de interrelaciones que se pueden apreciar o vivir solo en el presente, es decir en el aquí y en el ahora.
Para relacionar estos conceptos con el objetivo de nuestro artículo sobre el Viaje Sagrado , me gustaría ahondar un poco en lo que significa esa realidad del aquí y el ahora. Por cuanto es en esa realidad es en donde la relación del ser humano y la de las plantas medicinales sagradas van a activar su capacidad de comunicación. Elemento indispensable para la curación transformadora.
Y a decodificar el potencial sanador de ambas partes. Lo cual lo van a lograr por medio del entendimiento del único lenguaje ancestral conocido tanto por las plantas como por los humanos, el lenguaje de los códigos geométricos del ADN
En una realidad sin tiempo ni espacio, en el aquí y el ahora, la comunicación entre el ADN del ser humano y el de la planta sagrada, van a permitir que se dé la experiencia o viaje sagrado. El que va a darse, por medio de visiones cargadas de sabiduría, colores vibrantes y sonidos que activan la conciencia curadora de hombre y planta y en acto de infinito de fe y gratitud la sanación consciente toma lugar. Se da con la participación y responsabilidad en partes iguales. 50%depende de la persona y 50% depende dela planta
Esto nos permite a cada uno tomar la vida en nuestras manos y con responsabilidad sanarnos, sanar a la familia, sanar la comunidad, sanar el planeta.
Los maestros de las plantas sagradas como la Ayahuasca, el San Pedro, el Tabaco, etc. son viajeros de realidades y paradigmas que solo se puede llegar luego de haber experimentado una transformación de la conciencia, un salto cuentico, experiencia en donde pasado y futuro existen entrelazados en el presente. Si es en ese instante y con el único objetivo de sanar, curar, y transformar.
Son maestros del ADN que saben cómo descifrar y ajustar sus códigos para desde la unidad en tiempo/espacio y en conexión consciente con todo y todos, volverse UNO.
Para luego al final del trayecto regresar a esta realidad de largo, ancho y espesor cargados de compasión, tolerancia y agradecimiento.
Es en esta actividad sanadora y de crecimiento del viaje con plantas sagradas, compartidas por curadores y chamanes en Latinoamérica, que en los últimos años ha dado la oportunidad a que más viajeros del alma exploren y tomen responsabilidad activa de su propia curación y crecimiento.